Busco aquella música muda,
con palabras ahogadas de silencios, agotadas de luces, de estruendos
impregnadas de temblorcitos ajenos, de calores inalcanzables, de orgasmos perdidos.
Salgo a buscarle a las esquinas, a las plazas, a las calles idiotamente ruidosas
esas que a estas horas se les ve imposiblemente enajenadas, perdidas, agobiadas...
raramente me encuentro a solas... y se oyen bocinas, se huelen micros, el bullicio de pisadas
tremendamente se siente la pesadumbre de carnes atestadas, pegoteadas, asquerosamente humanas.
No se si estaré mal yo, mis manos, mis oídos o mi olfato...
me desquicia, me enloquece y me largo
me voy tras un amor, tras un lecho, tras un poquito de espumas, de revoltijo de sabanas
de cuerpo caliente, de agua, de hojas verdes
y me encierro, ya ni siquiera entiendo y la verdad, no me interesa hacerlo.
CarolaHer Cataris
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